Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 25 de julio de 2013

PICOS DE LOS VETERANOS Y DE LOS GEMELOS

TRES LIEBRES Y DOS TORTUGAS

En Agosto del 2006 abandonamos la cresta NO del pico de los Veteranos. Desde entonces queríamos volver. En Septiembre del 2008, Amalia nos propuso unirnos a una salida al Veteranos desde las Granjas de Viadós, que tenía previsto hacer con Ana y otros amigos. Ana es una montañera que, a diferencia de Amalia, camina a un ritmo “normal”. Nos pareció que era una excelente oportunidad de acabar de una forma tranquila y relajada lo que hace dos años dejamos a medias . Así que nos apuntamos. Las circunstancias hicieron que la ascensión fuera por derroteros muy distintos a los que habíamos imaginado…


Tipo Actividad
Ascensión de alta montaña
Fecha
Sábado 27 de Septiembre 2008
Asistentes
Las liebres, Amalia, Manel y Teo.  Las tortugas, Encarna y Enric.
Zona
Alto valle de Gistaín. Pirineo oscense
Inicio ruta
Granjas de Viadós. Se llega desde San Juan de Plan por una larga pista estrecha pero en bastante buen estado.
Final ruta
Recorrido
Granjas de Viadós- Valle de Añes Cruzes (GR11)-Cabaña de Añes Cruzes (cruce río Añes Cruzes)- Puerto de Gistaín (GR11)-Estanet Royo-Cresta NO Veteranos-Punta Blanca-Pico Veteranos-Pico de Los Gemelos- Retorno por el mismo itinerario
Noche
Dormimos en el coche, poco antes del final de la pista.
Horario
Total
9 h 35 min
Efectivo
8 h 30 min aprox
Cota (m)
Mínima
1720 (Granjas de Viadós)
Máxima
3160 (Los Gemelos)
Climatología
Nubes y nieblas. Lluvia intermitente. En el retorno el tiempo mejora
Nieve-hielo
Sí. Fina capa de nieve recién caída  a partir de 2600 m que nos complicó bastante la vida.
Desnivel Acum (m)
Ascenso
1570
Descenso
1570
Distancia (Km)
18.1
Dific.Física
Muy alta
Dific.Orientación
Baja hasta el Puerto de Gistaín (GR). Después media. En la cresta la ruta es bastante evidente.
Dific.Psicológica
Media-Alta. Cresta algo aérea  con tramos estrechos y/o verticales poco difíciles. La fina capa de nieve hizo que en algunas zonas el ascenso nos pareciera algo expuesto e impresionante. Sin nieve dificultad Media (debe ser una subida  disfrutona y agradable).
Dific.Técnica
Media-Alta. Larga trepada  que en las condiciones que encontramos puede acotarse como PD+ (pasos de hasta II+). Sin nieve la cresta es PD- (dificultad Media).
Material
Alta montaña estival. No utilizamos la cuerda, pero debido a la nieve estuvimos a punto de hacerlo..
Cartografía
“Posets-Perdiguero”, 1:25000, Ed.Alpina,2006-2007
Bibliografía
“Poset-Perdiguero”, Itins 52 y 53. David Atela. Ed.Sua, 2003
Valoración
Larga ascensión, bonita,  interesante y con gran ambiente, a dos tresmiles poco visitados que, si hay nieve, se complica bastante. Grandes vistas.
Comentarios
Atención a los cambios de tiempo. En la cresta (que no se puede abandonar) una tormenta puede ser temible.
Si hay nieve, aunque sea poca, la trepada se complica. Salvo que se esté preparado o busquen emociones intensas, aconsejamos realizar la ascensión con tiempo estable y terreno seco. Lo pasaremos mucho mejor…
Sin nieve, buen tiempo y con la debida preparación física y técnica, aconsejamos prolongar la ascensión hasta el Posets. Desde el pico de Los Gemelos, bajar a la brecha Carrivé (mejor rapel) y remontar la arista N del Posets (atención a los 100 m sobre la brecha, terreno descompuesto, vertical y delicado, PD+ ; después cresta de I+ hasta la cima). El retorno a Viados puede hacerse por la ruta que pasa por la Cabaña del Clot (debe destreparse parte de la cresta N) o mejor bajar por la vía normal  y, después de la Canal Fonda, flanquear en busca del Ibón de Llardaneta. Desde ahí  seguir el GR 11.2 que, tras subir al collado de Eriste (200 m de ascenso), desciende a Viadós por parajes de gran belleza. Una travesía fantástica…
Con perros…
Ni se os ocurra…
Track (en formato gpx): Debido a un problema del GPS, empezamos a registrar el track en la cabaña de Añes Cruzes
El desnivel y la distancia se obtienen a partir del track con Garmin BaseCamp
La estimación de la dificultad se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión y no como escalada.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente




Crónica de la actividad

Viernes 26 de Septiembre 2008. A las 16.30 h partimos de Begues rumbo al valle de Gistain. El viaje es largo y algo pasado por agua. La última parte transcurre de noche y por una larga pista en bastante buen estado. Poco antes del final de la misma aparco en una explanada situada a la izquierda, intentando dejar el coche lo mas horizontal posible. Hoy vamos a dormir en su interior y la nivelación es algo fundamental…

En medio de la oscuridad alguien se acerca. Con voz grave nos dice que ahí no se puede dormir, y nos pide la documentación... Tras un momento de desconcierto reconocemos la voz y saludamos a Teo, el amigo ochomilista de Amalia, con el que estuvimos hace dos semanas en Laspaules. También ha venido para unirse a la comitiva del Veteranos. Nos explica que Amalia y Manel están cenando en el refugio de Viadós. El resto de gente aún no han llegado. Tras quedar en vernos mas tarde, Teo marcha a su furgoneta y nos dedicamos a preparar el habitáculo del coche. Finalizadas las tareas de “interiorismo”, sacamos las sillas, la mesa plegable y nos obsequiamos con una cena a base de ensalada, embutido y tortilla “made in Encarna”, todo regado con la bota de vino… Amalia llega para el café, que tomamos en la furgo de Teo. Hablamos de lo que haremos mañana. Los pronósticos del tiempo son variados. Pero la noche fría y estrellada hace pensar que el tiempo será espléndido.

Cuesta ponernos de acuerdo en la hora de salida. Nuestros amigos me miran con terror cuando propongo las 6.00 h. “Pero si a esas horas aún no han puesto las montañas”, me dice Teo… Rebajo mi propuesta a las 7.00 h. Pero sigue siendo pronto. Amalia dice que Ana y el resto del grupo (que ya están en el refugio) hablan de las 8.00 h. Finalmente optamos por empezaremos las 7.30 h… En ningún momento se discute donde iremos. Siguiendo con el plan previsto intentaremos el pico de los Veteranos y, si es posible su vecino, Los Gemelos. A las 22.30 h nos despedimos y vamos a dormir en nuestra “tienda” sobre ruedas. En el cielo oscuro y sin luna lucen infinidad de estrellas…

Sábado 27 de Septiembre. Me despierto a las 2.00 h mañana con un ruido sordo. Tardo unos segundos en comprender lo que ocurre. Me parece tan increíble que abro la puerta del coche para comprobarlo. Una ola de frío, humedad y desencanto me abofetea la cara y el alma. Esta lloviendo… Vuelvo a meterme en el saco. Cuando a las 6.00 h de la mañana suena la alarma del reloj (que olvidé desconectar) la situación no ha cambiado. Permanezco despierto durante tres cuartos de hora, oyendo el rítmico repicar de la lluvia. En otra situación me resultaría agradable y relajante. Hoy es frustrante e inoportuno…  

De haber ido solos habríamos continuado en los sacos. Pero al haber quedado no tenemos mas remedio que levantarnos, recoger los trastos y desayunar bajo la lluvia. Después vamos hasta el cruce de la pista con la senda que va al cercano refugio de Viadós. Ahi encontrarnos a Teo y Amalia. Funda para la mochila, pantalones, chupa de gore… Todos vamos protegidos contra la fina cortina de agua que cae suave pero constantemente.

A las 7.45 h aparece Manel. Por fin conocemos al autor de muchas de las guías que hay en las estanterías de casa. Manel es un “bicho” que no sabe estar quieto y mucho menos callado… En cinco minutos escasos hace un análisis pormenorizado del tiempo, nos habla de las Granjas de Viadós y relata su  anterior, y hasta ahora única, ascensión al pico Veteranos. Después, viendo que el grupo de Ana  no aparece, se acerca “en cuatro zancadas” (como dice él) al refugio para ver que ocurre. Vuelve diez minutos mas tarde y nos dice que si el tiempo mejora saldrán mas tarde. Ante esta situación Manel propone hacer por nuestra cuenta y seguir el GR hasta el Puerto de Gistain. Una vez allí ya veremos lo que hacemos… Todos estamos de acuerdo. Pero no lo vemos demasiado claro. Nosotros dos con Teo, Amalia y Manel... Tres liebres y dos tortugas. ¡Que no nos pase nada! Mis esperanzas de hacer una excursión tranquila y relajada se van al garete…

A las 8.20 empezamos a caminar (1720 m). Desde los primeros metros las “liebres” nos toman ventaja. En pocos minutos desaparecen de nuestra vista. Cuando la niebla y la orografía del terreno lo permiten, los vemos cada vez mas lejos, marchando a un ritmo salvaje. Nosotros vamos mas despacio, pero tampoco lentos. Sin detenernos recorremos el cómodo y marcado camino que atraviesa media ladera la orilla norte del valle de Añes Cruzes. El tiempo sigue malo, con lluvia intermitente. Continuamente miramos hacia arriba, esperando que se abran las nieblas y podamos ver si ha nevado en la parte alta de las montañas, algo mas que probable. Pero las nubes se mantienen cerradas, guardando el secreto del estado de las cumbres. A las 9.30 h llegamos al lugar donde el GR cruza el torrente de Añes Cruzes (2050 m).

Esperábamos encontrar a nuestros amigos. Pero no hay nadie. Frío, niebla, algo de viento… El ambiente no es propicio para detenerse. Continuamos remontando las duras cuestas iniciales del camino que va al Puerto de Gistain. Tras superar 200 metros de desnivel el terreno pierde algo de pendiente y la senda se hace mas cómoda. Incrementamos la cadencia del paso con la finalidad de hacer mas corta la espera de los que nos preceden, que a buen seguro deben de haber llegado al collado. A pesar del tiempo, la subida por la larguísima ladera de hierba y roquedos nos parece bonita, hasta relajante, algo que no deja de sorprendernos. ¿Nos estaremos convirtiendo en pequeñas liebres?

A las 10.40 h llegamos al Puerto de Gistain (2577 m). Hace rato que no llueve. Pero la niebla es espesa. . Aquí tampoco hay nadie. Sorpresa,desconcierto. Se nos ocurren tres explicaciones. La primera es que hayan seguido subiendo. La segunda es que se hayan parado en la cabaña de Añes Cruzes, poco antes de cruzar el torrente, y a causa de la niebla, hayamos pasado de largo. La tercera es que nos estén esperando mas arriba, en un lugar mas abrigado de los elementos. Lo único que tenemos claro es que, independientemente de si nuestros amigos van o no por delante, no hay motivo para darnos la vuelta. Proseguimos la ascensión.

Cuando el GR empieza a bajar hacia el valle de Estós lo abandonamos para ir hacia el sur por suaves pendientes herbosas. Con la niebla el terreno es perdedor. Pero los recuerdos del intento anterior nos permiten seguir la ruta sin problemas. Enseguida llegamos al pie de la ladera roco-pedregosa que defiende el acceso al circo del Ibon Royo (10.50 h, 2580m). Una traza de senda señalizada con hitos remonta la pendiente con algunas lazadas. A media subida empezamos a encontrar una fina capa de nieve en la que hay huellas recientes. Unas grandes (Teo y Manel). Otras pequeñas (Amalia). Las liebres van por delante…

A medida que ganamos altura las nieblas se abren. Aparecen retazos de cielo azul entre los que se cuelan los rayos de sol. La temperatura se hace mas agradable. Llovizna de cuando en cuando. Tras 25 minutos de subida llegamos al borde superior del escalón (11.27 h, 2760 m). Delante nuestro (S-SO) tenemos el pequeño Ibonet Royo y el circo formado por el cordal del pico Royo a la izquierda (E), el pico Veteranos y su cresta. La montaña, espolvoreada con la nieve caída recientemente, presenta un aspecto precioso e inquietante.  No son las mejores condiciones para un itinerario de trepada…

Como era de esperar aquí tampoco hay nadie. Inspeccionamos la cresta. Localizamos tres puntitos cerca de lo alto de la primera elevación de la misma. “Nos llevan media hora de ventaja, tal vez algo mas” le digo a Encarna. Nos detenemos para almorzar junto el pequeño lago. Mientras comemos seguimos las evoluciones de nuestros amigos. Con aparente rapidez recorren la parte horizontal de la cresta. Después se toman mas tiempo para remontar la pirámide de la Punta Blanca que precede la cima del Veteranos. “Ahí la cosa debe ser mas difícil”, comento mientras engullo una barrita.

A las 11.53 h volvemos a la carga. El día ha mejorado sensiblemente. Ya no llueve. El cielo cada vez está mas azul. Las nieblas siguen barriendo las montañas que toman un aire enigmático. Hace rato que no vemos a las liebres, por lo que suponemos que deben haber ido hacia el pico Gemelos. Nos ponemos el casco y dejamos a mano la cuerda. Remontamos en diagonal la incómoda pendiente de piedra fina que nos lleva al collado donde empieza la cresta N-NO del Veteranos que, envuelta en un fina niebla, tiene un aspecto fantasmagórico (12.06 h, 2878 m).

Tras un breve alto para tomar aire y ánimos, iniciamos el ascenso por un terreno fácil que se empina progresivamente. Poco antes del inicio de las dificultades dejamos los bastones entre unas piedras (12.11 h, 2910 m). Remontamos unos metros entre bloques de roca y alcanzamos una repisa al pie de un murito casi vertical. Nos encontramos en el punto donde nos retiramos hace dos años. Entonces subí en diagonal por las placas calcáreas y lisas de la izquierda. Había pocas presas, tenía mucho aire bajo mis pies y lo pasé mal subiendo y bajando por este pasaje. Después vino la histeria colectiva. Mi acojono se contagió al resto del grupo, y decidimos bajar… Hoy las circunstancias son mucho peores. La roca está nevada o mojada, hace frío, estamos solos... Pero la moral es mucho mas alta…

Con cuidado atacamos la pared que tenemos delante. El terreno casi vertical y los apoyos (regletas y pequeñas fisuras) mal colocados dan poca confianza. Objetivamente el paso no supera el II grado. Su dificultad es mas psicológica que real, algo que en adelante será una constante. Detrás de mí Encarna trepa en silencio. La veo dudar y me mira con cara de circunstancias. No lo ve claro... Pero sube estupendamente.

Dejamos atrás el murito. Mas arriba el terreno se tumba  y, aunque sigue estando algo nevado, subimos mas fácilmente hasta una primera elevación. A continuación toca atravesar un estrecho y aéreo tramo de arista horizontal de una quincena de metros (I+). Después nos enfrentamos a un resalte casi vertical de roca esquistosa y bastante nevada. El paso (II) es muy aéreo e impresiona un poco. Lo superamos sin grandes problemas por el mismo filo de la cresta (donde esta casi seco). 

Mas arriba la arista pierde progresivamente inclinación. No tardamos en alcanzar una punta donde la cresta gira a la izquierda (S-E) y se hace horizontal (12.57 h, 3040 m). En contra de lo que parece desde abajo, este tramo es fácil. Durante unos de 200 metros de distancia, rastros de senda nos permiten recorrer la cresta por la derecha, esquivando algunos escarpes. Rápidamente alcanzamos una brecha situada al pie de la pared de la Punta Blanca. La subida de este muro es la parte mas delicada de la ascensión. Pequeñas canales, travesías por placas rocosas cubiertas de una fina capa de nieve que oculta los apoyos y los hacen resbaladizos, muretes de roca mojada o nevada… Todo en un ambiente aéreo y de lo mas distraído.

Poco a poco, las dos tortugas buscan los mejores pasos. Nadie sufre. Subimos lentamente, con seguridad. De cuando en cuando una sombra de duda recorre la mente al pensar en la bajada, que habremos de hacer por el mismo sitio. Si no lo vemos claro habremos de echar mano de la cuerda...

A las 13.05 h alcanzamos la cima de la Punta Blanca (3114 m). Por fin nos encontramos con Teo, Amalia y Manel que van de bajada. Sorprendidos de vernos, intentan explicarnos porque no nos han esperado. Que hacia frío, que querían asegurar la cima, que iban haciendo sin darse cuenta… La verdad es que nos es igual. Lo importante es que estamos aquí, con la cresta hecha y la cumbre del Veteranos casi en el bolsillo. Manel nos cuenta que la nieve les ha complicado mucho la subida, que en algunos tramos la han encontrado delicada y arriesgada. También nos dice que desde Viadós han tardado 3h 50 min. Le respondo que ahora entiendo los horarios de sus guías… Nos despedimos con la promesa de encontrarnos en el collado. Pero estamos seguros de que no volveremos a verles el pelo hasta que lleguemos a Viados. Buenas son las liebres…    
                                         
Una bajada corta y fácil a una brecha y una subida por rocas rotas, aún mas sencilla, nos lleva a la cumbre del pico Veteranos (13.27 h, 3125 m). Descontando las paradas hemos tardado unas 4h 30 min. Un horario meritorio para dos tortugas como nosotros, mas teniendo en cuenta las condiciones en que estaba la cresta. Rebosamos satisfacción por cada poro de nuestro cuerpo.  Las vistas son bastante limitadas. Nos hemos de contentar con los Gemelos, el Posets, el Bardamina y su cresta, la Aguja de la Paul, un tramo del valle de Estos y poco mas…

Cinco minutos después nos vamos al pico de los Gemelos. Los rastros de una senda que baja por la vertiente oeste, muy cercana a la cresta sur del Veteranos, facilitan la primera parte del descenso de la misma, que en su parte inferior presenta algunos pasos de trepada. Llegados  al collado que separa los dos picos (13.44 h, 3080 m), iniciamos un ascenso en diagonal por la ladera oeste de Los Gemelos. Es un terreno empinado e inestable, con tramos pedregosos y pequeños muros, que si no fuera por una tenue huella de paso sería  duro de subir. También encontramos algunas zonas de nieve, que no suponen ningún problema. El último tramo lo hacemos por una cresta estrecha y aérea, pero muy fácil. Nos lleva hasta las dos pequeñas cumbres, separados pocos metros por una depresión mínima  (13.59 h, 3160 m).

Aparte de la cima en sí, lo mas destacable del pico de Los Gemelos es la impresionante vista del Posets y su arista norte, que tenemos justo delante. La ruta que lleva a la misma a través de la tan famosa Brecha Carrivé (un profundo tajo del que no logramos ver el fondo) presenta un aspecto duro y comprometido (que no difícil), no tanto por la bajada (que se soluciona con uno o dos rapels) sino por los 100 metros de pared vertical que hay que remontar desde la brecha (según las guías PD+).

Tras permanecer diez minutos en la cumbre iniciamos la vuelta. Con alguna pequeña embarcada llegamos a la cumbre del Veteranos (14.35 h). En el collado donde empieza la cresta vemos un grupo de gente. Deben ser Ana y sus amigos. Un breve alto e iniciamos el temido descenso (14.40 h). Parte de la nieve se ha fundido y lo encontramos mas fácil que la subida. En la bajada de la Punta Blanca aún queda nieve. Apoyando el culo salvamos algun paso comprometido. Mas abajo, en el descenso de la primera punta de la cresta, nuestro avance se vuelve lento y cuidadoso al destrepar el resalte vertical y el tramo estrecho de arista horizontal. Ahí nos cruzamos con el grupo de Ana que, lentamente, con cuidado y sin grandes problemas, continúan hacia la cima.

Sólo nos queda el murito vertical, que es el tramo mas difícil. Despacio, controlando los apoyos, destrepamos sin grandes complicaciones. Después todo es fácil y rápido. Como diría Manel, “en cuatro zancadas” llegamos al lugar donde dejamos los bastones (15.21 h). Continuamos el descenso por el mismo itinerario que a la subida. El día se va aclarando. Las nieblas se retiran y se amplían las vistas sobre el valle de Estós, donde podemos ver los picos de Gías, Clarabide, y de la Baque. También el pico de Gistain (situado justo al norte del collado) y en el cordal fronterizo los picos de la Madera, Añes Cruzes y Aigües Tortes.

A las 16.00 h llegamos al Puerto de Gistain. Tal como suponíamos aquí no hay nadie… Proseguimos la bajada. A medio descenso observamos en la enorme ladera pedregosa de la cara sur del pico de Aigües Tortes una persona que baja en diagonal. Por su indumentaria diríamos que es Manel, pero el hecho de que vaya solo nos hace dudar. Como quiera que se dirige al mismo punto que nosotros no tardaremos en aclarar el misterio.

A las 16.45 h llegamos al lugar donde el GR cruza el torrente de Añes Cruzes. Unos minutos de parada y seguimos adelante. Ahora tenemos claro que el excursionista que baja solo y a toda leche es Manel. Nos alcanza enseguida. Deseoso de hablar después de ir un rato en solitario, nos explica que cuando llegaron al collado de Gistain se separó de Teo y Amalia que continuaron bajando hacia Viados. Era pronto, el tiempo iba a mejor y no se sentía cansado. Así que decidió completar el día con una segunda excursión. Ascendió los picos de Gistain, el de la Madera (donde encontró algún problema en la cresta) y  el de Añes Cruzes, bajando al valle por el Ibón de Añes Cruzes. Sin comentarios… Como buenas tortugas le decimos que vaya bajando. El prefiere ir con nosotros “para poder descansar…”.

Durante la hora que sigue hablamos de mil y un temas. Intercambiamos opiniones sobre recorridos, hablamos de cómo era el montañismo de los “viejos tiempos” (somos de la misma quinta), de Córcega, de la integral de Sierra Nevada. Manel nos describe itinerarios que desconocemos y nos invita a salir con él en el futuro. Cuando le digo que no podemos seguir su ritmo endiablado, nos contesta que no nos preocupemos. Aprovechará la ocasión para que venga su mujer que también le da a la montaña. “Cuando voy con ella me pongo detrás y veo como me adelanta todo el mundo…”, nos dice con un tono algo socarrón. Sonrío y no digo nada…

Con tanta charla la larga bajada del valle de Añes Cruzes se nos hace corta. A las 17.55 h llegamos al rellano donde tenemos el coche, justo cuando Amalia y Teo se disponen a comer. Nos invitan a una taza de caldo mientras bromeamos y comentamos la marcha de la excursión. Reconocen que hoy han ido muy deprisa, en parte porque ante el tiempo tan inestable que hacía querían asegurar la cima. 

A las 18.30 h Manel se despide.  Nos quedamos mirando el cielo y preguntándonos que haremos mañana. Las nubes continúan enganchadas en las montañas mientras el día declina, dejándonos con dudas sobre el tiempo. Tras preparar el coche para la noche, a las 20.00 h vamos al refugio para cenar con Ana y su grupo. Decidimos que mañana haremos algo suave, para descansar las piernas.


A las 21.30 h nos despedimos y volvemos al coche. La noche es negra, húmeda, sin estrellas. De nuevo las nubes se han cerrado sobre el valle. Cómodamente instalado en el interior del coche, empiezo a escribir este relato en el portátil. Pero aguanto bien poco. El sueño me vence y me voy a dormir. El Veteranos y Los Gemelos ya forman parte de una bella historia que algún día nos gustaría repetir, pero sin nieve y con buen tiempo....

La ruta en imágenes  (Recomendamos ver como como presentación -mas calidad- . Para ello pulsar en la foto y después el botón "pantalla completa")


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EniEn - Juliol 2013

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