Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

domingo, 8 de mayo de 2011

UNA TARDE EN LA VALL DE SAU

Una vez mas las inconcreciones de la meteo nos dejan sin plan concreto para el fin de semana. En parte por este motivo, en parte por pereza, el sábado nos levantamos tarde y sin ganas de  guerra. Cerca del mediodía, viendo que el tiempo es mejor de lo esperado, decidimos ir a dar una vuelta por las tranquilas montañas de la Vall de Sau. Hacía tiempo que teníamos en cartera una ruta circular que, partiendo de Vilanova de Sau, asciende el Puig del Far y la Roca del Migdía. Era el momento de hacerla… Fue una caminata agradable y relajada por rincones de gran belleza. Con buenas vistas (sobre todo sobre el pantano de Sau), soledad y alguna interesante incertidumbre ante los muchos caminos y sendas sin señalizar.  Del todo recomendable…


PUIG DEL FAR y ROCA DEL MIGDIA

Fecha
Sábado, 30 de Abril 2011
Asistentes
Encarna y Enric
Zona
Catalunya. Comarca de Osona. Vall de Sau
Inicio ruta
Crtra  N141D. Km 14.7. Después de salir de Vilanova de Sau. Margen a la derecha de la carretera, antes de una curva pronunciada a la derecha
Final ruta
Recorrido
N141D-Pista a casa de Les Fonts-GR 2-Cordal- Pista-Charca- Puig del Far- Pista-Charca-Roca del Migdía-Mirador al N del pantano de Sau- Pista-Bajada por camino hasta casa de les Fonts-GR2-N141D
Noche
No
Material
Senderismo
Dificultad
Técnica
Ninguna
Física
Baja
Cota (m)
Mínima
558 (crtra N14D)
Máxima
832 (Puig del Far)
Desnivel (m)
Ascenso
430
Descenso
430
Distancia (Km)
9.6
Horario
Total
3 h 43 min
Efectivo
2h 45 min
Climatología
Buen tiempo. 
Cartografía
“Vall de Sau”,1:25000,Ed.Alpina
Bibliografía
Valoración
Sencilla pero agradecida excursión de media jornada por bellos parajes y con buenas vistas
sobre el Collsacabra,  Pantà  de Sau y Cingles de Tavertet
Comentarios
Después del GR la abundancia de caminos y sendas y la poca señalización, puede plantear
un bonito (y no demasiado difícil) problema de búsqueda de la ruta. Recomendamos ir por la 
tarde o entre semana para tener mas tranquilidad y, sobre todo, soledad.

RELATO

Sábado 30 de Abril. Pasan unos minutos de la una y media cuando aparcamos en un rellano que hay a la derecha de la N141D, poco después de salir de Vilanova de Sau y unos metros antes de una pronunciada curva a la derecha. Luce el sol, hace calor, y nosotros de manga larga… Ponernos las botas, calibrar el GPS, acabar de preparar las mochilas. Empezamos a caminar (13.40 h, 560 m).
 
Seguimos la carretera (unos 200 metros) hasta encontrar una pista a la izquierda (cartel de ”Mas Font”, marcas de GR, 13.42h, 553 m). Seguimos por la misma. Después de una lazada inicial en subida, llanea al norte entre campos de verdes salpicados de amapolas. Llegamos a una bifurcación (13.46 h, 573 m). Un poste señalizado dice que por la derecha (E, Camí del Mas Font) se va al Puig del Far. Será nuestra ruta de vuelta. Ahora continuamos recto, siguiendo el GR2. Con algunas revueltas, el camino se dirige al NO rodeado de una espesa vegetación de robles, helechos y matas de boj. Tras un tramo mas o menos horizontal de aproximación al  pie de la sierra, la senda empieza a subir. Encadenando lazadas, y sudando de lo lindo, remontamos algo mas de un centenar de metros y salimos a un cruce de pistas ( 14.29 h, 765 m).
 
 
 
 
Dejamos el GR (que sigue al S), Continuamos, casi sin subir, por la pista que sale mas a la derecha (E). No tardamos en divisar las paredes de formas fantasiosas que caracterizan la cara S y SE del Puig del Far. En lo alto de las mismas una senyera ondea en la  cumbre. A la izquierda de la pista, vemos una entrada entre la vegetación (acceso en cercado) que permite acceder a una bonita pradera (14.36 h, 780 m).  Entramos unos pocos metros la misma (O) y giramos a la derecha (N), en dirección a una senda que se interna en el bosque. La seguimos. Poco después llegamos a una balsa-abrevadero que rodeamos por la izquierda. Un intenso olor a estiércol y un sinfín de huellas de pezuña (algunas bastante recientes) denotan la presencia de jabalís.
 

 
 
 
El camino continua al otro lado de la charca. No hay marcas, ni hitos, ni nada que indique el itinerario. Guiados por la lçogica, en una primera bifurcación vamos a la derecha. Y en una segunda también. No tenemos demasiado clara la ruta, pero confiamos en no perdernos. Atravesamos un tramo de bosque precioso, en el que los árboles, el musgo y unas grandes rocas, se conjugan a la perfección en un entorno digno de un cuento de los hermanos Grimm. Después llegamos al pie de las muros de roca vertical o abombada, con grietas curvadas y angostas. Vemos espits, parabolts, algún taco con solera... Buen lugar para la escalada. Con sorpresa y entusiasmo, seguimos caminando al pie de pared. Enseguida llegamos a un saliente de roca blanquecina tan grande como característico. A la derecha una senda baja en diagonal (por ahí volveremos).
 
 
Justo después del extraplomo, el camino gira a la izquierda (N) y remonta una canal muy corta pero bastante tiesa. En una roca plana que hay en el centro de la misma descubrimos el dibujo de una salamandra. La canal desemboca en un cordal boscoso (14.59 h, 814 m). Giramos a la derecha (E). Seguimos la senda que sube paralela a los cortados. Nos puede la curiosidad y nos asomamos a los mismos. ¡Vaya vistas!. Poco después salimos al rellano de piedra inclinado a la derecha donde ondea la Senyera. Estamos en la cima del Puig del Far (15.04 h, 832 m).
 
 
La cumbre es un estupendo mirador abierto al este y al sur. Los paisajes son amplios pero, debido al sol y a una débil neblina, también difuminados. Las casas de Vilanova de Sau se ven cercanas. Al este, bastante mas baja, vemos el cordal de la Roca del Migdía, donde iremos después. En el lado opuesto, la forma y estructura de la Roca Falconera nos recuerda a los Mallos de Riglos. Mucho mas alejado, sobresaliendo de varias líneas montañosas, distinguimos el pico de Les Agudes (Montseny). Tras la obligada sesión fotográfica nos tumbamos en el suelo para comer. Se esta muy bien, y lo mas sorprendente, no hay ni un alma…
 
 
Pasada media hora larga de descanso, comida y ganduleo, abandonamos la cima (15.38 h). Con algunas variantes (en las que ascendemos algunas de las puntas de la línea de cortados), volvemos por donde hemos subido. Bajamos la canal de la roca con la salamandra y llegamos al extraplomo. Entonces tomamos el camino que baja en diagonal (SO). En pocos minutos nos lleva hasta la balsa. De nuevo volvemos a seguir la ruta de ida, pero no llegamos al prado. Una veintena de metros antes del mismo, seguimos un camino ancho que sale a la izquierda (S). En un plis plas volvemos a estar en la pista (acceso en cercado, 15.51 h, 772 m).
 
Continuamos por la pista (E). Mas o menos al nivel de la cima del Puig del Far, y después de una corta bajada, sale a la derecha el camino por el que después tomaremos de bajada (15.53 h, 764 m). Proseguimos por la calzada de tierra, que vuelve a subir y después se allana. Caminamos un rato, primero al E y después al E-NE,  hasta encontrar a la derecha una nueva balsa (que como la anterior tiene abundantes indicios de jabalís). Un metros mas y llegamos a una pista pedregosa. Volvemos a tener dudas sobre el itinerario y hemos de mirarnos el mapa. Parece que hemos de ir a la derecha…
La nueva pista pasa por detrás de la charca, gira a la izquierda y, en suave ascenso, se dirige al  E. Todo va bien hasta que encontramos a la derecha un ramal menos marcado (16.01h, 764 m). “¿Y ahora por donde…?”, nos preguntamos. Entonces descubrimos un pequeño hito en el ramal. No sabemos por qué, pero nos lo creemos… Acertamos. Unos minutos mas tarde vemos, al otro lado de una profunda canal, y algo por debajo nuestro, un espolón rocoso y horizontal rodeado de cortados que sobresale un centenar de metros. Sólo puede ser la Roca del Migdía. Un poco mas adelante, dejamos nuestro camino para descender por una senda hasta el principio del espolón. Vamos hasta el extremo (S) del mismo, bajamos un pequeño escalón y nos detenemos al borde de los cortados (16.05 h, 762 m). La Roca del Migdía no es una cima, sino un increíble balcón-mirador, comparable al del Puig del Far. Además se ve una parte del pantano de Sau. Pero sólo una parte…

 
 
 
 
Unos minutos disfrutando del paisaje y haciendo fotografías y volvemos sobre nuestros pasos. De nuevo en el camino, en vez de ir por donde vinimos vamos en dirección contraria (N). Tenemos la esperanza de encontrar un nuevo mirador al norte de la montaña desde el que podamos contemplar todo el pantano de Sau. Caminamos por un bosque que parece tener continuidad. La senda empieza a bajar. Mala cosa. Pero la seguimos. Tras perder algo de desnivel conseguimos lo que queríamos. Llegamos a un balcón-rellano abierto al norte con grandes vistas sobre el pantano y las Cingles de Tavertet (16.20 h, 760 m). El embalse esta a tope. Algunas embarcaciones rodean la punta del famoso campanario de la iglesia de Sant Antoni, que a modo de boya sobresale de las aguas. Cinco minutos de parada y nos volvemos por donde hemos venido.
 
Tardamos trece minutos en volver al lugar de la pista donde sale el camino que nos llevará de vuelta al coche (16.38 h).  De piso algo incómodo (surcos y piedras sueltas), siempre evidente y con alguna que otra vieja marca de pintura roja, la senda desciende en diagonal (E) hasta lo alto de una canal entre cortados (16.45 h, 708 m), por la que baja fuerte en cortas lazadas. De esta manera salvamos una banda de cortados. Una nueva diagonal descendente (SE) nos lleva hasta una bifurcación (16.54 h, 632 m). Podría seguirse recto (SE) y llegar a las casas de la Vileta. Pero optamos por seguir el camino que sale a la derecha, que nos parece mas directo. Con un descenso por terreno cómodo (O) nos lleva hasta un torrente que seguimos (SO) hasta salir a una pista, justo al lado de la casa de Les Fonts (17.06 h, 560 m).
 
Parece que la excursión esta casi acabada. Pero nos equivocamos. Aun nos queda un rato de caminata por pista (que traza una lazada que se puede esquivar)  que, por eso de pensar que ya no queda nada, se nos hace algo larga.  Al cabo de 10 minutos encontramos una nueva bifurcación (17.15 h, 563 m). Delante (SE) tenemos un bonito campo con amapolas y, al fondo, las casas y la iglesia de Vilanova de Sau. Giramos a la derecha para seguir el borde del campo. Enseguida llegamos a cruce con el poste señalizado donde sale el GR. Continuamos por ruta conocida. Atajamos la lazada inicial del camino y salimos a la N141D. Dos minutos mas tarde llegamos al coche (17.23 h).
Es pronto. Si no perdemos tiempo y el tráfico no es excesivo, aun podremos darnos un baño en la piscina de Begues. Será una buena manera de finalizar esta agradable media-jornada de baja montaña…
EniEn – Abril 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario