Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

viernes, 11 de marzo de 2011

¿TE GUSTA CAMINAR...?

¿Te gusta caminar? Con esta pregunta podríamos definir la excursión que realizamos el sábado pasado por las montañas de Vilada (Berguedà). La ruta nos llevó hasta el pico de Sobrepuny, techo de la Serra de Picamill. Pero la cima sólo es uno de los muchos alicientes del recorrido. En el retorno se sigue una larga pista que, a pesar del entorno y los paisajes, al final se hace algo pesada. En resumen, una excursión cómoda y sin mas problemas que el desnivel y, sobre todo, la distancia, por una zona que no conocíamos.

SERRA DE PICAMILL . SOBREPUNY

Fecha
Sábado, 5 de Marzo 2011
Asistentes
Martí, Encarna y Enric
Zona
Catalunya. Berguedà. Serra de Picamill
Inicio ruta
Vilada
Final ruta
Recorrido
Vilada-Pla de les Collades-Colla de Roset-Collada de Baix de Picamill-Collet del Faig-
Sobrepuny-Collet delFaig-Coll de la Plana-Masias de Rosinyol-Pista de Vilada a Sant 
Romà de Clusà-Pla de les Collades-Vilada
Noche
No
Material
Senderismo
Dificultad
Técnica
Fácil
Física
Media
Cota (m)
Mínima
730 (Vilada)
Máxima
1656 (Sobrepuny)
Desnivel (m)
Ascenso
965
Descenso
963
Distancia
17.0 Km (de ellos algo menos de 10 son por pista)
Horario
Total
 6 h 23 min
Efectivo
 5 h 30 min
Climatología
El tiempo empieza bien y se va nublando hasta nevar débilmente. Frío. Algo de viento.
Cartografía
“Catllaràs.Picancel”, 1:25000, Ed.Alpina, (2007)
Valoración
Excursión larga y bonita por una zona poco conocida del Berguedà
Comentarios
La primera parte de la ruta es cómoda y agradable. A partir del Coll de la Plana se va por
una pista que, a pesar del paisaje y las vistas, al final se atraganta un poco.
Relato

Sábado 5 de Marzo.  Llegamos a Vilada a las 8.30 h.  El pueblo aún duerme. Sólo está abierto un horno-supermercado donde compramos una coca. De vuelta al coche, nos calzamos las botas, cogemos las mochilas y empezamos a caminar. Entre unas cosas y otras se hacen las nueve. Empiezan a abrir las tiendas. También un bar. Nos puede la tentación. Detenemos la excursión cuando no hace ni tres minutos que empezó… Media hora mas tarde volvemos a la calle bien desayunados. El día espléndido y el gusanillo de descubrir una zona nueva nos hace estar contentos y animados. Ahora sí, iniciamos la caminata (9.37 h, 730 m).
En la curva de la C-26 que hay en la entrada de Vilada, encontramos las marcas del PR que seguiremos durante un rato. Salimos del pueblo por una calle que, tras dejar a la izquierda la iglesia y el cementerio, finaliza junto a un depósito de agua. Continuamos por pista de tierra. Perdemos las casas de vista y vamos al norte, casi sin subir, por una agradable ladera boscosa.  Enseguida llegamos a un amplio collado donde hay un poste señalizado (Pla de les Collades, 9.52 h, 807 m). Estamos en una encrucijada de caminos, entre ellos el GR-241 que procedente de Borredà se dirige a la Nou de Berguedà. El poste señalizado indica que se ha de seguir este GR (O) para ir al Sobrepuny, pero no es nuestra ruta.
Continuamos unos metros por la pista que sale al NO (Castell de Roset). Enseguida las marcas del PR nos llevan por un camino que sale a la derecha. Una subida suave nos deja en un nuevo collado donde hay un montículo de piedras con una cruz de madera que recuerda a una tumba (Creu de Roset, 10.07 h, 906 m). El lugar es bonito y tranquilo. Sorprende la limpieza y claridad de las laderas cubiertas de pinos y hierba. Seguimos al norte por una pista. Rodeamos un montículo por la izquierda (O) y llegamos a la Collada de Roset (10.17 h, 903 m).
La pista gira a la izquierda (O) y va en busca de la casa de Roset. EL PR también gira en la misma dirección, pero lo hace unos metros mas adelante y para ir a la Font de l’Arc y al Castell de Roset. Nosotros continuamos recto (N), por un sendero bastante claro que se interna en el bosque. No tardamos en llegar  a una nueva pista. La seguimos a la derecha. Enseguida encontramos una valla para el ganado. A la izquierda de la misma, un hito y viejas marcas verdes y amarillas señalan el inicio del camino por el que habremos de continuar (12.20 h, 936 m).
El camino, muy bien trazado, remonta al NO la ladera para salir a un llano ocupado por un campo y una cerca para el ganado (10.35 h, 1051 m). Atravesamos el campo por su extremo derecho y remontamos unos metros hasta una pista. Seguimos por la misma a la izquierda, primero en suave bajada, después horizontal, finalmente en subida, hasta encontrar a la derecha un sendero balizado con marcas amarillas (10.48 h, 1102 m).
La senda asciende de forma constante al NO. Después gira a la derecha, pasa bajo unos cortados y, siempre rodeada de una espesa vegetación de pinos, robles y matas de boj, empieza a subir al norte de forma fuerte y sostenida.  Sospechando que este tramo será largo nos lo tomamos con calma. De cuando en cuando hacemos un breve alto para darnos un respiro, observar a nuestra derecha las paredes del Puig Cubell o hacer una fotografía. El ambiente frío favorece la ascensión y la hace mes soportable. Los claros entre los árboles nos permite ver que en el cielo cada vez hay mas nubes. Esto nos sorprende, pues según la meteo al avanzar el día el tiempo debería ir a mejor.
 
Un breve flanqueo en diagonal nos deja en una canal herbosa y poco empinada que sube al norte (11.24 h, 1385 m). La senda la cruza y continua subiendo en la misma dirección, primero por su orilla izquierda (orográfica), después por una amplia ladera de hierba cubierta por un pinar esclarecido. Tras cruzar una pista el camino se desdibuja. Entonces encontramos marcas de PR que van en nuestra dirección. El ascenso finaliza en la amplia Collada de Baix de Picamill (11.30 h, 1437 m). Nos sorprende que los 700 metros que llevamos hechos de desnivel hayan sido tan llevaderos. Sin duda el excelente trazado del camino y su entorno tranquilo y agradable, han tenido mucho que ver.
 
El tiempo ha empeorado notablemente. El cielo se ha cubierto del todo, hace frío y algo de viento. Ocasionalmente cae algún copo de nieve. Un viejo cercado que se extiende en toda la anchura del collado impide pasar al otro lado, salvo por una pequeña puerta que hay en el centro. Pero por ahí no la ruta. Sin rebasar la cerca ,giramos a la izquierda (NO) y seguimos la senda, ahora balizada con marcas del PR. El camino rodea por la izquierda un imponente torreón calcáreo y nos lleva hasta la Collada de Dalt de Picamill  (11.50 h, 1505 m). Empezamos a encontrar restos de nieve reciente.
Un breve descenso en diagonal a la izquierda (NO), seguido de un ascenso continuado en la misma dirección por una ladera empinada y boscosa cada vez nevada, nos deja en el Collet del Faig (12.02 h, 1567 m). Breve alto. Hace frío. Hay poca luz. Sigue medio nevando. La capa de nieve es continua y de unos 10 cm de grosor. Un poste señalizador dice “Sobrepuny 0.3Km”  e indica un camino que sale a la izquierda ye se interna en una ladera boscosa y empinada. Esto está hecho…
Nuestras botas de treking tienen poca suela y no agarran demasiado. Por suerte la nieve seca y bastante adherente, nos permite subir con bastante seguridad a condición de apoyar bien los pies y los bastones. Este pequeño inconveniente queda minimizado por la belleza del entorno que nos rodea. Las exclamaciones de sorpresa y admiración se repiten durante todo el ascenso. Las cámaras de fotos no paran. Sin prisas pero sin pausas vamos  ganando metros enlazando sendas que suben en diagonal por la ladera. Finalmente salimos del bosque. Tres metros mas y llegamos a un cordal herboso. Seguimos por el mismo a la izquierda y enseguida alcanzamos el poste geodésico y  medio derruido de la cumbre del Sobrepuny (12.15 h, 1656 m).
 
Durante los veinte minutos largos que estamos en la cima el tiempo empeora. Cielo plomizo y amenazador. Frío. Viento. Nevada débil…¿Pero no tenía que hacer buen tiempo?. Sentados en la peana del poste geodésico, bien abrigados y sin excesiva preocupación, comemos, bebemos y hacemos fotografías de las vistas (muy limitadas por las nubes). A pesar del tiempo, nos ha encantado la ascensión. Todos coincidimos en que habremos de volver con buen día para disfrutar de los paisajes que hoy no podemos ver. También se plantea la posibilidad de ir hasta el Sobrepuny de Baix (1566 m), una punta de la cresta oeste que debe ser un buen mirador, a la que llega una unar senda. Pero con este tiempo no tiene mucho sentido. Así que lo dejamos para otra ocasión.
A las 12.37 h abandonamos la cumbre. El descenso por la ladera boscosa y nevada va mucho mejor de lo esperado. Milagrosamente, los tres conseguimos llegar al  Collet del Faig sin habernos caído (12.47 h). Dejamos a la derecha el camino por donde subimos y tomamos otro que va al norte, rodeando por la izquierda  (O) una elevación (Cap de la Baga de Baix). De cuando en cuando, un claro entre los árboles nos permite ver a la izquierda (N) el Pedraforca y la parte mas oriental de la Serra del Cadí. Mas adelante la senda gira a la derecha y desciende al NE. Finalmente,  con una lazada final bordea un precioso  bosque de pino rojo y alcanzar el Coll de la Plana (poste señalizador, 13.13 h, 1430 m). A partir de aquí la excursión cambia de carácter. Dejamos atrás los caminos para caminar por pistas que recorren grandes parajes. El tiempo mejora. Se abren las nubes y en algún momento hasta luce el sol…
Desde el Coll de la Plana descendemos al NE por una pista por donde pasa el GR 241. Sigue habiendo algo de nieve y hielo sobre la calzada, que me da un buen susto cuando resbalo y caigo retorciéndome la rodilla de muy mala manera. Tengo suerte. Aparte del susto el incidente se salda sin mas consecuencia que una pequeña molestia. Chino chano vamos recorriendo la pista. La nieve queda definitivamente atrás. Tras 25 minutos de caminata llegamos a las masías de Rosinyol (13.38 h, 1324 m). Me llama la atención su enorme y antiguo pajar. De estos prácticamente ya no se ven…
Aún hemos de caminar otros 20 minutos para alcanzar la pista que va de Vilada a Sant Romà de Clusa (13.57 h, 1279 m). Un poste señalizador nos informa de que “sólo” nos quedan 7.9 Km. “Dos horitas de paseo, tal vez menos…”, comento en tono animoso. “Esperemos que no llueva” dice Encarna mirando el cielo que se ha vuelto a cubrir. Martí también hace algún comentario intrascendente. Como dice el refrán, “quien no se consuela es porque no quiere” Sin darle importancia a la distancia y con buen humor, seguimos adelante.
Un cuarto de hora mas tarde llegamos al área recreativa del Cot, donde nos detenemos para comer (14.13-14.32 h, 1174 m). Después volovemos al tajo. La pista pasa por lugares espectaculares, como son el desfiladero de l’Escalell o el Cingle de l’Heure. También nos llama la atención el Cap dels Rocs y las fajas boscosas que rayan en diagonal su cara SO. Casi siempre es de bajada. Cómoda. Con buenas vistas (al ir elevada sobre los valles). Pero es una pista y además bastante larga. Al principio la charla nos distrae y los kilómetros caen casi sin darnos cuenta. Mas tarde  aparecen los silencios, cada vez mas largos. Cada uno coge su ritmo y va a su bola. Es entonces cuando los montañeros a los que le gusta caminar aplican técnicas (relajarse, evadirse, no pensar en el final, positivar la situación con cualquier idea o pensamiento) que les permiten hacer llevadera, o incluso disfrutar de la caminata. Para el resto (entre los que nos contamos los tres que hacemos esta excursión) la pista se atraganta y acaba siendo la “pista de los cojones”. Nos resignamos, pensando que es el precio a pagar para que la ruta sea circular. Lo dicho, quien no se consuela….
El “sacrificio” finaliza poco antes de llegar a la casa de els Erms, ya cerca de Vilada (15.41 h, 786 m). Dejamos la pista para seguir a la derecha un camino (marcas de GR) que tras un breve ascenso nos lleva al Pla de les Collades (15.45 h). Volvemos al pueblo por ruta conocida, llegando al coche a las 16.00 h. Tras cambiarnos de calzado y guardar los trastos en el coche, vamos al bar de esta mañana para tomar unos refrescos. Después iniciamos el viaje de vuelta  a casa…
EniEn - Marzo 2011

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