Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

miércoles, 12 de enero de 2011

RUS ON THE ROCKS

Esta vez se cumplieron las previsiones de la meteo e hizo mal tiempo en tres de los cuatro días del puente de Reyes. El sábado (única jornada aprovechable) queríamos hacer el pico de Filià (o dels Pallasos) por el valle de Rus, un largo recorrido que hace tiempo que tenemos in mente. Pero no pudo ser…Tuvimos que contentarnos con subir el Port y el Tossal de Rus, una preciosa excursión invernal que hemos hecho varias veces y que no nos cansamos de repetir…

PORT y TOSSAL DE RUS

Fecha
Sábado 8 de Enero 2011
Asistentes
Toni Matas, Concepció Colomina, Encarna y Enric
Zona
Pirineo Catalán-Vall de Boí
Inicio ruta
Explanada que hay antes del Puente de Sant Martí, en la carretera que va a la estación de 
esquí de Boí-Taüll (después del Pla de l’Ermita)
Final ruta
Recorrido
Puente Sant Martí-Pista-Torrent del Moró- Puente sobre el Torrent del Barranc del Port - 
GR 11.20 - Barranc del Port - Tossal de Rus - Port de Rus - Barranc del Port y retorno
por el mismo itinerario
Noche
No
Material
El normal de una ascensión invernal. Llevamos raquetas pero no las utilizamos
Dificultad
Técnica
Baja (Media si hay hielo)
Física
Media
Desnivel (m)
Ascenso
1020
Descenso
1020
Distancia
Total : 11.3 Km 
Horario
Total
7 h
Efectivo
6 h
Climatología
Hasta mediodía nubes altas, algo de sol. Después nublado. Viento frío en zonas altas
Cartografía
“Vall Fosca”,1:25000, E:25,Ed.Alpina, (2009-2010)
Valoración
Una excursión invernal preciosa y sin demasiados problemas.
Comentarios
Poca nieve y mucho hielo en el primer tercio del recorrido, que nos ha complicado un poco
 la vida (crampones imprescindibles)

Relato

Sábado 8 de Enero. Amanece con un cielo medio despejado cuando subimos por la carretera que va a Boí-Taüll. Unos minutos mas tarde, aparco en la explanada que hay junto el puente de Sant Martí (Pla de l’Ermita). El frío es moderado (2ºC) y la montaña está mucho mas seca de lo esperado. Hay mucho sueño y pocas ganas de moverse. Los preparativos son lentos y algo torpes. Tras muchas dudas decidimos cargar con la raquetas. Como casi siempre, no las haremos servir…

Hoy vamos con Toni y Concepció. Nuestros amigos han venido a Laspaules a pasar el puente de Reyes y queremos aprovechar esta oportunidad para intentar el pico Filià, una importante montaña de la Vall Fosca a la que le tenemos muchas ganas. La idea es subir desde la Vall de Boí, pasando por valle y el Port de Rus. Encarna y yo conocemos bien esta ruta, que hemos realizado varias veces en invierno. Es un recorrido algo largo, pero también lógico, sencillo y, sobre todo, muy bonito. Hace poco colgamos el relato de nuestra ascensión invernal al Port y Tossal del Rus del 1 de Enero de 2009. Por este motivo, ahora gastaremos poca tinta en describir el recorrido.

A las 8.10 h nos ponemos en marcha (1680 m). Cruzamos el puente y tomamos la pista que sube por la orilla izquierda (orográfica) del valle. Enseguida encontramos una gruesa capa de hielo, en la que sobresalen algunas pequeñas piedras. Apoyado en los bastones empiezo a cruzar de puntillas. Un paso. Dos. Al tercero patino… Caigo como un plomo y la rodilla derecha golpea brutalmente sobre el hielo. No escucho el ruido seco del impacto, que si oyen mis compañeros. Sólo siento un dolor agudo, insoportable. Tumbado en el suelo me retuerzo  cogiéndome la rodilla mientras me quejo con un hilo de voz. La excursión empieza mal… Tanto es así que Encarna, Concepció y Toni la dan por finalizada. Pero la cosa no es tan grave como parece. Poco después me incorporo y reemprendo la caminata cojeando. No he querido ponerme nada en la rodilla. Ni tan solo le he echado un vistazo. Mi razonamiento es simple. Si en unos minutos noto mejoría continuaré. De lo contrario me daré la vuelta. Poco a poco el dolor se atenúa y camino mejor. Seguimos adelante…

El tramo de pista, normalmente cómodo y rápido, es un pequeño calvario. La causa no es mi rodilla (que cada vez va mejor) si no los tramos de hielo que, de cuando en cuando, nos barran el paso. Unas veces pasamos por los lados de la pista. Otras hacemos delicados equilibrios sobre las piedras y zonas de hierba que sobresalen de la superficie helada. Nuestro avance es tan lento como arriesgado. Parece que no hayamos aprendido nada de mi caída. Tres cuartos de hora y 1.7 Km mas tarde (9.15 h, 1853 m) llegamos al cartel que señala el inicio del camino del Port de Rus. La presencia del hielo aumenta. No hay por donde esquivarlo y estamos hartos de hacerlo. Así que nos detenemos para hacer algo que hace rato deberíamos de haber hecho. Ponernos los crampones…
La falta de costumbre de movernos sobre hielo vivo hace que los primeros pasos sean torpes e inseguros. Cuando comprobamos que los pinchos agarran, caminamos mas rápidos y tranquilos. Tras dejar la pista atravesamos el torrente de Moró, que está totalmente helado. Después el camino alterna tramos de tierra y piedras con otros de hielo, a menudo grueso y transparente. De cuando en cuando un poco de nieve dura. El avance resulta extraño y algo incómoda, pero tal como está el terreno no hay alternativa. Tras cerca de media hora de marcha por el bosque, primero subiendo y después llaneando, un breve descenso nos lleva hasta un pequeño puente de madera sobre el torrente del Barranc del Port, hoy convertido en una lengua de hielo y algo de agua. Cambiamos de orilla (N). Remontamos unos metros clavando la punta de los crampones y llegamos al GR 11.20 (poste señalizado, 9.55 h, 2000 m).
Breve alto y seguimos adelante. En diagonal y con alguna que otra lazada, el camino sube por una ladera de hierba, hielo y nieve dura que cae hasta el torrente. Dos zonas entre rocas, donde no hay mas narices que pasar sobre un hielo durísimo y transparente, poner un punto de emoción al recorrido. Mas arriba la nieve dura gana la partida. Sentir que los crampones clavan y no arañan tranquiliza un montón. Nos alcanza un sol blanco y frío que alegra el espíritu. Relajados, adoptamos un ritmo mas regular. Chino chano dejamos la ladera y entramos en las amplias palas de la zona alta del Barranc del Port. La sensación de paz y soledad es absoluta. A la derecha (S-O) vemos el Castell de Moró. Mas adelante el Tossal de la Mina. Al fondo (S-E), aún lejana, la escotadura del Port de Rus aparece detrás de varios escalones nevados.


Una roca que sobresale del mar helado nos da un motivo para detenernos a desayunar (11.00 h, 2320 m). Hasta ahora he ido bien, pero noto un dolorcillo continuo en la rodilla. Por primera vez lervanto el pantalón y le echo una mirada. Esta roja, algo hinchada y muy caliente. No me parezca preocupante, pero tomo una pastilla de Ibuprofeno, por si acaso…

Tras veinte minutos de parada reemprendemos la marcha (11.20 h). Toni toma la delantera, seguido de Concepció. La nieve se ha reblandecido ligeramente y dejamos algo de huella. De cuando en cuando pisamos terreno hueco y, sin esperarlo, nos hundimos hasta la rodilla. A veces bastante mas… Evidentemente, en esta lotería el que va delante se lleva el peor premio. Siguiendo la traza de nuestros amigos, Encarna y yo remontamos sin prisas las amplias campas nevadas. Disfrutamos de un paisaje que nos resulta a la vez cambiante y conocido. La aproximación al puerto es larga, habiéndose de superar varios escalones que, sin ser largos ni muy pendientes, poco a poco van minando las fuerzas. Pero sin correr se va muy bien…
 
 
Una última pala, que afrontamos con una amplia comba a la izquierda, nos deja casi al nivel y algo a la derecha del Port de Rus (12.15h, 2588 m). Toni y Concepció se detienen y esperan nuestra llegada. Una vez reagrupados, decidimos si vamos hasta el puerto o remontamos en diagonal a la derecha, en busca de la horcada situada justo debajo de la cima del Tossal de Rus. Optamos por la segunda opción. Unos minutos mas tarde llegamos a la horcada donde nos recibe un viento helado e insistente. Una última subida, corta pero bastante tiesa, sobre nieve dura y rocas heladas, nos lleva directamente al hito tapizado de carámbanos de la cumbre del Tossal de Rus (12.27 h, 2668 m).Toni y Concepció se sorprenden por las amplias panorámicas. Turbón, Ballibierna, Aneto, Maladetas, Mulleres, Besiberris, Punta Alta, Carants, Pessó, Peguera, Montsent de Pallars, Raspes Roies, Filià y muchas otras cimas. Menudo espectáculo…
 
 
 
El viento acentúa la sensación de frío intenso. Hace rato que el sol desapareció tras un cinturón de nubarrones. La niebla aparece en lo alto de algunos cordales. Tal como predecía la meteo, pasado el mediodía el tiempo ha empeorado. Igual se mantiene, igual va a peor. Vete a saber. Lo que está claro es que el pico de Filià se queda para otro día. Y es que bajar ciento y pico de metros por la cresta hasta el Port de Cabeçades, para después remontar otros doscientos hasta la cima de marras nos parece demasiado largo. Sobre todo si tenemos en cuenta que hemos de invertir el recorrido para volver. Probablemente se nos haría de noche bajando, y no nos apetece nada sortear las zonas heladas con la luz de los frontales. Sin contar con que el tiempo es bastante dudoso… Así que, tras hacer unas cuantas fotografías, ir un poco de aquí para allá y explicar alguna batallita de nuestras otras cuatro ascensiones, damos media vuelta y nos vamos para abajo (12.40 h).
  
 
 
De retorno hacemos el corto pero bonito tramo de arista cornisada que lleva hasta el Port de Rus (12.52 h, 2617 m). El viento es mas fuerte y molesto que en la cima del Tossal de dónde venimos. Un breve alto para abrigarnos y emprendemos la bajada. Enseguida encontramos nuestras huellas de subida. Las seguimos con cierto cuidado, ya que la nieve aguanta menos y es mas propensa a hundimientos tan repentinos como peligrosos. En unos 20 minutos llegamos a la piedra donde desayunamos (13.15 h). Un breve alto y seguimos hacia abajo, siempre por la ruta de ascenso.
El retorno es tranquilo. La costumbre hace que pasemos por los tramos helados casi con absoluta normalidad. A las 14.30 h llegamos a la pista. Como que no tenemos ganas de aventuras, continuamos por la misma con los pinchos en los pies. Cerca del final hacemos una pequeña variante. Cruzamos el río para alcanzar el GR que va por la otra orilla. Nos sacamos los pinchos. Con ellos en la mano recorremos los últimos 200 metros de excursión. Finalmente, a las 15.10 h llegamos al coche. El cielo está cubierto y las nieblas cubren la parte superior del valle. De cuando en cuando cae alguna gota…
Sin prisas recogemos los trastos y partimos hacia Pont de Suert para tomarnos unas cervezas y unas tapas. El tentempié mantiene el cuerpo en paz hasta la noche, cuando, ya en casa, nos homenajeamos con una buena cena a base de huevos, patatas fritas, embutido y algunas cosillas mas. Evidentemente no faltan los turrones, ni el cava…¡Que dura es la montaña…!
La de hoy ha sido una actividad bonita y agradable, realizada con una estupenda compañía y en un ambiente magnífico. El hielo y la nieve dura han puesto un punto de interés, y en algún momento de tensión, a una ruta invernal que en general es sencilla y muy recomendable. Respecto mi rodilla, sigue hinchada pero no me molesta demasiado. Con descanso y ungüentos espero recuperarla en pocos días y volver al monte el próximo fin de semana.
 
EniEn – Enero 2011

1 comentario:

  1. Hauria d'haver la possibilitat d'etiquetar els relats com a "desitjosos" o "envejables", però 'enveja' de la dolenta...
    Algunes de les imatges les he hagut d'ampliar...i ni així en tenia prou.
    Els cops al genoll per caminar sobre gel i sense grampons, doncs, això...
    Tinc moltes ganes de compartir amb vosaltres aquestes llums blanques i fredes que alegren l'esperit.
    Cuideu-vos molt, molt...

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