Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

martes, 4 de enero de 2011

NOCHEVIEJA EN ARMEÑA

Finalmente nos las hemos arreglado para despedir el 2010 en el monte. Lo hemos hecho en el refugio de Armeña, al pie del Cotiella. En invierno, las dos posibles rutas de acceso desde el pueblo de Barbaruens no son largas pero si algo complejas y, según las condiciones, expuestas y delicadas. La duda sobre  cuál de ellas tomar nos ha hecho realizar un recorrido circular pasando por las dos. Eso sí, cargados como mulas… Ha sido una bonita manera de pasar la Nochevieja. Muy en nuestra línea…

CIRCULAR INVERNAL AL REFUGIO DE ARMEÑA


Fecha
Viernes 31 Diciembre 2010 y Sábado 1 Enero 2011
Asistentes
Encarna y Enric
Zona
Pirineo Aragonés (entre los valles de Gistain y Benasque)
Inicio ruta
Pista de Barbaruens a Las Salineras (aprox Km 3). Dejamos el coche 0.5Km antes del
desvío de la pista que va al collado de la Cruz
Final ruta
Recorrido
Sábado 31: Pista de Barbaruens- Pista al collado de la Cruz – Seguir GR15 por el   
                   Barranco Fondo - Fuente del Riances- Refugio de Armeña
Domingo 19: Refugio Armeña – Collado del Ibón – Canales del Gargalluso- Pista-   
                  Las Salineras-Pista Barbaruens
Noche
Refugio de Armeña (FAM). 24 plazas, libre y en buen estado, chimenea, mesa y bancos,
leña y agua (en verano) en las proximidades, radiobaliza emergencia
Material
El normal de una ascensión invernal. Llevamos raquetas pero no las utilizamos
Dificultad
Técnica
 Media (algún paso mixto un tanto curioso…)
Física
Alta (por el peso de la 
mochila, si no Media)
Desnivel (m)
Ascenso
Total: 730
Sáb/Dom: 619/111
Descenso
Total: 730
Sáb/Dom:112/ 618
Distancia
Total : 11.3 Km  ;   Sáb: 6 Km  ;  Dom: 5.3 Km
Horario
Total
Total: 5h 20min
Sáb/Dom: 3h10min /2h10min
Efectivo
Total:  5h
Sáb/Dom: 3h / 2h
Climatología
Buen tiempo. Temperaturas invernales mas bien suaves.
Cartografía
“Cotiella, Peña Montañesa”, 1:25000, Ed.Alpina, (2007-2008)
Valoración
Una bonita manera de pasar la nochevieja. Muy en nuestra línea…
Comentarios
Atención a los posibles tramos técnicos/expuestos, tanto a la ida por el Barranco Fondo,
como de vuelta al cruzar las canales colgadas sobre la pared del Gargalluso
Relato

Viernes 31 de Diciembre. Tras dormir en Laspaules, nos desplazamos a Barbaruens (al que se llega desde Seira tras 8 Km de carretera estrecha y virada). Justo antes de  entrar en el pueblo tomamos a la izquierda (N) una pista pedregosa apta para turismos intrépidos, que después de trazar una gran lazada de izquierda a derecha se dirige hacia el macizo del Cotiella. El hielo impide llegar a la “zona de aparcamiento” de Las Salineras (a unos 4 Km). Dejamos el coche un kilómetro antes, en una pequeña explanada (1350 m) situada en las inmediaciones del Tozal de la Pardina.
 Sin prisas, bajo el sol y con una temperatura agradable, nos entregamos al ritual de acabar de montar las mochilas, ponernos las botas, etc. La comida, la bebida (llevamos una botella de cava), el fogón, un mini lumigaz, el saco de invierno, la esterilla, el anorak de plumas y un sinfín de cosas mas, hacen que el peso y tamaño de los petates ronde los 15 Kg. Por si fuera poco y sin saber bien el porque, también llevamos las raquetas (que no haremos servir). Finalmente, a las 11.30 h empezamos a caminar.
 Seguimos la calzada de tierra, que pronto presenta una gruesa capa de hielo. Tras recorrer unos 500 metros encontramos a la derecha la pista que va al collado de la Cruz (11.38 h, 1385 m). Llegó el momento de decidir por donde subimos al refugio. Hay dos rutas posibles. La mas “normal” va por el collado del Ibón. En general es plácida salvo en el tramo que precede a la fuerte ladera que lleva al collado. Se ha de flanquear por encima de las paredes de Gargalluso, cruzando tres canales muy expuestas por arriba (desprendimientos) y por debajo (cortados). Con mucha nieve, o cuando esta helada o hay hielo (que es lo que puede ocurrir hoy) esta travesía es delicada y arriesgada.

La ruta del barranco Fondo sigue el GR15. En invierno no es sencilla y se utiliza poco. El motivo es la subida y el flanqueo de las Baranetas (largo, zonas rocosas colgadas y expuestas a los souvenirs que caen de la pared del Gargalluso que queda por encima), y el último sector del barranco, donde este se cierra y hay pasajes de trepada en mixto.
 
Hemos hecho varias veces los dos recorridos, pero nunca en invierno. No tenemos claro cual será el mejor. Finalmente, mas por eliminación y temor (cargados como vamos nos aterra la idea de cruzar con nieve helada las canales sobre los cortados del Gargalluso) que por convencimiento, optamos por el barranco Fondo.
  
Continuamos por la pista del collado de la Cruz. En ligero descenso y con bastante hielo, nos acerca rápidamente al barranco Fondo. El GR atraviesa la pista antes de que esta cruce el torrente que baja por el barranco. No vamos atentos y pasamos de largo. Tras dejar el cauce atrás nos damos cuenta del error. Consultamos el mapa y reculamos hasta dar con la senda, que esta balizada por hitos y las típicas marcas rojas y blancas (12.05 h, 1330 m).
 
Continuamos adentrándonos en el barranco Fondo, que al principio es ancho, boscoso y poco pendiente. El GR sólo se pierde en las zonas (de momento pocas) donde hay nieve. Caminamos despacio, estirando plenamente la pierna de apoyo antes de dar el siguiente paso. De esta manera la carga la soporta el esqueleto y no la musculatura. También intentamos mantener un ritmo regular y ayudarnos todo lo posible de los bastones. Trucos de veteranos… Sin mas complicaciones que algún tramo algo tieso y que cada vez hay mas nieve, llegamos al pie de la canal poco marcada por donde se asciende al paso de las Baranetas (12.45 h, 1509 m). Empieza el baile…
Remontamos la canal a cámara lenta, intentando seguir los zig-zags de la senda casi oculta por la nieve dura. El terreno es derecho, pero las botas agarran y vamos haciendo. Conforme subimos la inclinación aumenta, hay mas zonas rocosas, aparece el hielo... Tras remontar unos 50 metros de altura nos vemos haciendo equilibrios para no resbalar. No hay mas remedio que parar y, en mala posición, ponernos los crampones. Una vez mas nos ha fallado la previsión…
 
Con los pinchos se va mucho mejor. Esquivando las zonas de hielo vivo (cada vez mas frecuentes) llegamos a lo alto de la canal. La base de la pared del Gargalluso esta unos 20 metros por encima y está cubierta por una lengua cristal helado que se prolonga muro arriba desafiando la gravedad. Nos da un mal rollo… El camino gira a la derecha y sube en diagonal por unas placas rocosas cubiertas de verglás. ¡Menudo marrón! Esquivamos este mal paso por una empinada franja de nieve dura que hay mas arriba. Después continuamos ascendiendo en flanqueo con pasos mixtos. A la derecha se abre un cortado. En la espalda un muerto nos machaca los hombros y complica los movimientos.
 
La subida finaliza en la repisa colgada de las Baranetas (13.25 h, 1615 m). Aquí sólo hay nieve dura ¡Menos mal!. Seguimos por la misma, flanqueando una ladera sobre cortados. Matorrales, pinos y alguna haya desnuda sobresalen del hielo. Nos concentramos en no perder un camino que ahora es poco claro. Una repisa de unos 10 metros de largo, estrecha, inclinada y tapizada de nieve dura, bajo la que hay una capa de verglás, nos baja la moral a cero. “¿Estás seguro que la otra ruta era peor?”, pregunta Encarna con un hilo de voz. No contesto. Piolet en mano y apretando los dientes y el culo, nos metemos en el paso, que quince segundos mas tarde queda por detrás. ¡Menudo alivio! Tras un largo flanqueo sin cortados, salimos de las Baranetas y llegamos al lecho del barranco, por donde corre un torrente que de cuando en cuando asoma entre la nieve (13.45 h, 1670 m). Intentamos animarnos diciéndonos que lo que queda es fácil. Pero no será así…
Cruzamos el torrente y seguimos subiendo por la otra orilla (N). Nos guiamos por hitos medio enterrados y alguna marca roja y blanca. El barranco se cierra y no es posible seguir por los lados. Hemos de ir por el fondo, salvando rocas y pequeños muros helados bajo los que corre el agua. Por suerte la nieve dura permite avanzar con cierta holgura. El terreno es fácil y entretenido, para pasarlo bien. Pero con el muerto que llevamos a la espalda lo único que deseamos es salir del puñetero barranco y llegar al refugio lo antes posible. Aún nos quedan unos 180 metros de desnivel por superar. Normalmente no es mucho, pero aquí es un mundo… No aplicamos una buena dosis de paciencia. A fin de cuentas, que pasar la Nochevieja en el pequeño refugio de Armeña, solos, al abrigo del frío y del viento, dándonos una buena cena y brindando con cava, bien paga la pena…
Un poco mas arriba nos llevamos la agradable sorpresa de cruzarnos con una pareja que baja (es la primera vez que veo a alguien por aquí). Con acento asturiano nos cuentan que han intentado subir el Cotiella, pero que debido al hielo y la hora tardía se han retirado cuando aún estaban lejos del collado. Nos dicen que barranco arriba hay pasos de mixtos con bastante mala leche. Agradeciendo sus ánimos les digo que por debajo encontrarán hielo a porrillo en zonas colgadas. Empate… El rival es fuerte y combativo. Respondiendo a nuestras preguntas nos dicen que el flanqueo de las canales de la ruta “normal” esta muy bien (2-1) y que el refugio está cerrado (3-1). ¡Touche! Silencio sepulcral… Al ver el careto que se nos ha quedado, intentan quitar hierro al asunto. Nos hablan de un espacio que hay bajo la terraza, con mierda de cabra y algunas piedras, pero que está seco y tiene techo y paredes por tres de los cuatro lados… Victoria clara de los asturianos por KO técnico… Nos despedimos y seguimos subiendo sin tener demasiado claro porque lo hacemos…
Sería largo y repetitivo describir en detalle como nos las ingeniamos para superar lo que quedaba del barranco. Los asturianos no han exagerado. Hay varios cortados que salvamos siempre por la orilla derecha (N), con pasos de trepada mas o menos largos, que en seco son muy sencillos, pero que con hielo o nieve dura, los crampones en los pies y el mochilón en la espalda, tienen su gracia. A destacar la abnegación con que Encarna encara cada uno de los obstáculos. Siempre en silencio, aunque su mirada lo dice todo. Cuando dejamos atrás el último escalón y entramos en un cómodo embudo de nieve no nos lo podemos creer. Nos sentimos agotados física y mentalmente. Con la moral por el suelo por la putada del refugio. Pero no hay mas narices que apechugar. A fin de cuentas nadie nos obliga a hacer esto.
A las 14.30 h alcanzamos el lugar donde el torrente mana de la montaña (fuente del Riancés, 1843 m). Mas arriba los campos de nieve se extienden hasta la base de la pared S-E de la Picollosa, una preciosa y amedrentadora montaña que nadie sube. No nos detenemos. Continuamos unos metros por el barranco (que ahora es una canal nevada poco inclinada) y giramos a la izquierda (S). Cincuenta metros por nieve dura en leve bajada y llegamos al refugio de Armeña (14.40 h, 1850 m).
Lo primero que hacemos es comprobar que la puerta está cerrada. Y lo está… Resignados, vamos en busca de la abertura que hay bajo la terraza de la que nos hablaron los asturianos. La verdad es que no la vemos tan mal. Por suerte hemos traído la funda de vivac y buenos sacos. No será como estar dentro de la casa, pero podremos arreglarnos. El instinto de supervivencia es algo maravilloso. En unos instantes pasamos del desánimo al interés de montar nuestro vivac de Nochevieja. Pero hay algo que no me acaba de cuadrar…
Desde que se inauguró (1980) el refugio de Armeña siempre ha sido libre y abierto. Al cerrarse se inutiliza la radiobaliza de emergencia que hay en su interior, algo que me parece de juzgado de guardia. A no ser que… Vuelvo a la puerta y propino a la hoja superior dos fuertes golpes en la zona central. No pasa nada. Repito la operación, aun con mas fuerza, en la zona inferior izquierda (al lado del cierre). La maniobra es efectiva. La puerta se desencaja y, suavemente, se abre hacia adentro. Llamo a gritos a Encarna que está ocupada aseando la abertura de las cabras. Pensando que me ha pasado algo viene a toda prisa y se queda boquiabierta. “Te has ganado la mejor parte de la tortilla que he preparado para la cena”, me dice. “¿Y nada mas? le contesto… Vamos en busca de las mochilas y, con cierta solemnidad, entramos, en el refugio… Una sala limpia y ordenada, con chimenea, algo de leña, mesa, bancos.. Arriba las literas con colchones y mantas, en dos plantas. En un estante comida en abundancia, cargas de gas, hasta una coca cola sin abrir… Es como si nos hubiese tocado un premio. Simplemente genial…
 
Desgraciadamente nada es perfecto. A media tarde aparecen tres chicos cargados con buenas mochilas. Hay espacio de sobras y nos organizamos sin problemas. Nos cuentan que son de Barcelona, que tiene la costumbre de pasar la Nochevieja en refugios libres de montaña (otros del ramo) y que es la tercera vez que lo hacen aquí. Al igual que los asturianos, han subido por la ruta “normal”. Dicen que el cruce de las canales esta bien y que con crampones y cuidado se hace sin problemas. Parece que la cagamos al escoger el itinerario de subida. Mañana volveremos por la ruta “normal” y así haremos una bonita circular. Quien no se consuela es porque no quiere…
Poco antes de las 18.00 h se hace de noche y el cielo se llena de estrellas. Nuestros vecinos se entretienen yendo a por leña y encienden un buen fuego. Mientras que fuera hay -6ºC, dentro del refugio estamos a 10ºC, vamos que hace calor… Hasta la medianoche hablamos, bebemos, preparamos una super cena y pasamos el tiempo lo mejor que podemos. Por desgracia la pequeña radio que llevamos nos hace boicot en el último momento y no podemos escuchar las doce campanadas. Así que nos comemos las uvas al ritmo que nos da la gana. Después abrimos la botella de cava. Turrón, bombones, galletas… Nadie diría que estamos donde estamos. A eso de la una se nos cierran los ojos y nos vamos a dormir. En la chimenea aún quema un enorme tronco…
Sábado 1 de Enero. Nos levantamos pasadas las 9.15 h. El cielo está cubierto por nubes altas, pero por el norte parece que se abren claros. Hace bastante frío. Sin prisas recogemos las cosas y las ponemos en las mochilas. Después desayunamos. Valoramos la posibilidad de ir a la Peña de las Once (una preciosa montaña cuyo ascenso y descenso requiere unas 5-6 horas). Pero se nos haría tarde y no queremos que se nos haga de noche volviendo al coche. Así que dejamos esta cima (que hemos hecho sin nieve) para otra ocasión. Nos calzamos los crampones, nos despedimos de nuestros vecinos y nos ponemos en camino (10.35 h).
 
 La ruta “normal” es preciosa, y hoy aun mas. Un largo flanqueo horizontal por una ladera empinada nos lleva hasta el Ibón de Armeña (11.00 h, 1845 m), que ahora es una masa de hielo. Una breve travesía por el bosque precede al ascenso, corto pero intenso, al collado del Ibón. 
La nieve esta dura, los crampones cogen de maravilla y disfrutamos de lo lindo. Las mochilas siguen siendo pesadas, pero las llevamos mucho mejor que ayer. El sol nos acompaña cuando llegamos al collado (11.25 h,1900 m). Hacia el oeste, el Cotiella, el pico d’Espouy y la cresta de Armeña se asoman por encima de un cordal de nieve y roca. Al norte la Picollosa se muestra imponente. Bajo la misma, vemos diminuto el refugio de Armeña. Menudo ambientazo…
Un breve alto e iniciamos el descenso por el lado opuesto (S). Tomamos una canal-ladera de nieve dura situada a la derecha del bosque. El terreno pronto gana inclinación, pero no es obligado y se baja rápido y bien. En algo mas de cinco minutos perdemos 75 metros de desnivel y nos situamos al inicio de la zona de las canales (11.35 h, 1815 m). A la izquierda la ladera baja hasta encontrarse con los cortados del Gargalluso.
 
 
 
 
Iniciamos la travesía con cuidado. La nieve está bien y cogemos confianza. Una tras otra, bajando y subiendo, cruzamos las tres canales. Sólo en la última hay hielo, pero puede esquivarse. En algo mas de diez minutos dejamos atrás el “mal paso” (11.47 h, 1790 m). Después seguimos un buen camino que baja por el bosque hasta el final de la pista (12.15 h, 1560 m). Continuamos chino chano por la misma. A las 12.30 h pasamos junto Las Salineras (1420 m). Diez minutos mas tarde llegamos al coche (12.40 h). El descenso ha sido una gozada…
 
 
Una hora y media mas tarde nos estamos zampando una buena comida en un restaurante de Castejón de Sos. Y por la tarde en Laspaules, con ducha y sesión de ganduleo de sofá viendo una del Harry Potter en la tele. Nos sentimos felices, relajados.. Nos felicitamos por esta rara costumbre de despedir el año en el monte. Cada año es diferente, con su propia pizca de emoción. “¿Y para la Nochevieja del 2011 como lo haremos, en refugio o en tienda..?”, pregunta Encarna. “Vete a saber…”, le contesto. Lo único que tengo claro es que difícilmente iremos a un Revellón en algún hotel o restaurante. La cabra siempre tira al monte, aunque este helado…

EniEn – Enero 2011

1 comentario:

  1. El Cotiella va ser la meva primera ascensió al Pirineu. Armeña, el primer refugi. Era pels volts de març del '80 i escaig. Segurament pujaríem per la ruta normal. No he pogut reconèixer ni la forma del refugi, ni el paisatge...tinc el record molt distorsionat.
    Sort que vas fer el que calia per entrar-hi...uf, quin patiment!
    Encarna, ets la millor!
    Bon any, estimats.

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