Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

jueves, 18 de noviembre de 2010

DOS VÍAS DE INICIACIÓN

        Este fin de semana hemos realizado dos interesantes actividades en Montserrat. Una es la vía Joan Marc, en la cara sur del Gorro Frigi. La otra la vía de la Nuria, que remonta la vertiente S-O de la Miranda de la Magdalena. Ambas escaladas tienen varias cosas en común. Fueron abiertas por Guillem Arias, son sencillas (III), con varios largos llenos de seguros y se encuentran en la misma zona. Por tanto son dos estupendos itinerarios de iniciación que pueden hacerse en un mismo día, o en dos, como fue nuestro caso.
         Sábado 13 Noviembre. Poco antes de las 10.00 h llegamos con Toni y Concepció al monasterio de Montserrat. Hoy no nos apetece caminar y vamos de señores. A las 10.20 h cogemos el funicular de Sant Joan, que en unos minutos nos lleva hasta la estación superior. Continuamos sin prisas por el camino de Sant Jeroni, que dejamos poco mas tarde para remontar la corta pero siempre pesada canal que separa la Magdalena Superior del Gorro Frigi. El terreno seco facilita la ascensión, pero no impide que al llegar al collado entre las dos agujas estemos sudorosos y jadeantes. Dejando a la derecha la ferrata de la vía normal del Gorro Frigi, bajamos por el  otro lado, siguiendo el borde inferior de la pared sur de la aguja. No tardamos en llegar al inicio de la vía Joan Marc (parabolts amarillos), donde una cordada de tres se prepara para la escalada. Nos despedimos de Toni y Concepció, que siguen bajando, en busca del punto de partida de la vía GEDE.
         Al tener gente por delante no nos damos prisas. Tranquilamente desayunamos, nos ponemos los gatos, el arnés, sacamos el material, desplegamos las cuerdas (2 de Ø8.8mmx60m)… Alrededor de las 11.30 h el inicio de la vía queda libre. Remontamos un par de metros hasta un pequeño rellano con varios parabolts de color amarillo, donde Encarna se asegura. Seguidamente inicio el primer largo. Sube en diagonal a la izquierda, por una pared inclinada. Como toda la vía, es sencillo (III), divertido y con bastantes seguros (algunos me los paso de largo). Al cabo de 30 metros alcanzo una repisa donde monto la R1 (parabolts y rapel). Le toca el turno a Encarna, que supera el largo sin problemas y disfrutando. Si no fuera por el viento frío y desagradable, el día sería perfecto. Una vez en la reunión llega el momento de aleccionar a mi mujer sobre los aspectos técnicos de la misma. También le aclaro algunas dudas sobre los usos del ATC.
 Tras dar tiempo a la cordada que nos precede para que se distancie lo suficiente para no molestarnos, inicio el segundo largo. Sube directo y es mas tieso que el primero, pero hay cantidad de seguros (ahora no me salto ninguno), y unas presas… Tras 20 metros (III) alcanzo una nueva repisa con varios parabolts (R2). Se repite la historia. Encarna sube como una moto pero sin mirar para abajo. Los árboles empiezan a quedar bastante abajo y sentimos el aire bajo los pies...
La tercera tirada es similar a la segunda, pero con alguna banda fina y vertical, que obliga a buscar el itinerario. La dificultad sigue sin pasar del III, pero el avance es algo mas delicado. Los seguros continúan  siendo numerosos, por lo que no se sufre nada. Unos metros a mi izquierda aparece Toni, abriendo el tercer largo de la GEDE, el mas difícil (IV-III). Un encuentro curioso por dos vías que a partir de aquí avanzan casi paralelas. Después de 25 metros de escalada llego a la repisa donde esta la R3 (parabolts). Algo mas arriba, debajo de la bola que corona la aguja, Toni monta su reunión. Mientras aseguramos a nuestras respectivas “compis”, comentamos la escalada y hablamos de distintas cosas. Aparece Concepció y nos intercambiamos fotografías. Después llega Encarna con la cara algo descompuesta pero animada. Me cuenta que al sacar una cinta exprés en un paso raro se ha visto un poco apurada...
La última tirada tiene un trazado un tanto extraño. Hubiese preferido subir recto, mas o menos hasta donde están nuestros amigos (hay seguros), y desde ahí ascender flanqueando a la derecha,en busca de la canal con arbolito por donde se llega a la cima. Por no molestar a Toni y Concepció, sigo los parabolts amarillos (que son los de nuestra vía). Me llevan a la derecha, por un terreno sencillo pero descompuesto que me gusta bien poco. Después enfilo directo a la canal y, tras pasar por la izquierda del árbol, supero los 3 metros verticales que hay mas arriba (paso curioso) y alcanzo la R4. Como todas las de la vía esta estupendamente equipada. Además tiene una instalación de rapel. Esta última tirada tiene unos 40 m y su dificultad es de III. En contra de lo esperado, Encarna no tiene ningún problema y llega a la reunión unos minutos mas tarde. Poco después los cuatro nos reunimos junto la cruz del Gorro Frigi (13.10 h, 1152 m).

¡Como molesta el puñetero viento! Así y todo comemos, bebemos, bromeamos y hacemos fotografías. Todos tenemos motivos para estar contentos y no desaprovechamos la ocasión. Hablamos de la bajada. Nunca me ha gustado la vía normal. Así que propongo tomar la línea de rapeles que hay en la cara sur. Será mas largo pero mas divertido y, en mi opinión, mas seguro que descolgarse por una cadena cruzándose con gente. Además será una buena práctica para Encarna y para Concepció. Todos están de acuerdo. Tras media hora larga de parada, volvemos a la última reunión de la vía, donde se monta el primer rapel.
La puñetera cuerda se enrolla como una loca y gastamos un montón de tiempo en desliarla. Solucionado el embrollo iniciamos el descenso. El primer rapel (30 m) lo hacemos con la cuerda de Toni y Concepció. El segundo, mucho mas largo, lo montamos con las dos nuestras. Toni baja primero. Además de tener que solucionar un nuevo lío, se encuentra con la sorpresa de que las cuerdas no llegan abajo… Por suerte es gato viejo y soluciona el problema forzando un flanqueo a la derecha con el que alcanza la canal boscosa. Después bajan Encarna, Concepció y, por último, yo. Poco antes de llegar al punto donde se inicia el flanqueo, descubro una hermosa instalación de rapel, que el buenazo de Toni se ha pasado de largo. Para evitar tener problemas al recuperar las cuerdas, monto un nuevo rapel de 30 m desde esta instalación. En línea recta y sin problemas, me lleva a la canal boscosa, unos  pocos metros mas arriba donde iniciamos la vía. Por tanto, el “buen” descenso es con tres rapeles de 30, 55 y 30 metros. Y no me extrañaría que nos hubiésemos saltado otra istalación y fueran 4 de 30 metros. Son las 15.00 h. Demasiado tarde para hacer la vía de la Nuria. Así que recogemos las cuerdas, el material y, chino chano, nos volvemos por donde hemos venido.
La jornada se completa tomando unos bocatas y unas cervezas en un bareto de Monistrol. Pasadas las 18.00 h nos despedimos de nuestros amigos y volvemos para casa. No hemos hecho nada del otro mundo, pero nos sentimos cansados. También muy felices y con ganas de volver a escalar…

Domingo 14 de Noviembre. Cuando a las 6.15 h suena el despertador me tienta la idea de llamar a Santiago para anular la salida. Con un esfuerzo logro reponerme y dejo la cama en la que Encarna (que hoy se queda en casa) duerme como una bendita. Una hora y cuarto mas tarde (7.30 h) me encuentro con mi amigo en la gasolinera de Pallejà situada al lado de la A2. El día frío y algo nublado, las pocas ganas de complicarnos la vida y, sobre todo, la imperiosa necesidad de estar en casa a las 14.00 h para vez la carrera de F1, nos hacen cambiar los planes. Haremos una combinada de excursión-escalada, subiendo la Miranda de la Magdalena por la vía de la Nuria. Poco después de la 8.00 h aparco el coche en un rellano que hay en la pista que va de Collbató a la Vinya Nova, justo delante de donde sale el camino del Clot de la Monica (438 m). A las 8.15 h empezamos a caminar cargados con unas pesadísimas mochilas donde, además de dos cuerdas de 60 m, llevamos una respetable cantidad de hierros. Todo sea por entrenarnos…
El haber hecho esta recorrido varias veces en lo que va de año, nos hace subir a buen ritmo y casi sin parar. En poco mas de una hora y cuarto superamos seiscientos metros de desnivel y llegamos al espolón rocoso que precede el Bassal dels Corbs (1020 m). Dejamos el camino, que gira a la derecha, para ir a la izquierda y, tras atravesar una placa rocosa, alcanzar un estrecho collado. Desde este lugar vemos perfectamente la vertiente occidental de la Miranda de la Magdalena y su característica placa inclinada a la izquierda, por donde sube la vía de la Nuria. Un tosco sendero, que con un recorrido intrincado se dirige al collado que separa el Gorro Frigi y la Magdalena Superior, nos lleva al norte y nos sitúa bajo la pared de la Miranda. Entonces tomamos una huella de paso que sube directa a la roca. Son cincuenta metros escasos, que se nos hacen muy largos debido a la espesa vegetación, la inclinación y la inestabilidad del terreno. Sudando y resoplando llegamos al pie del muro rocoso, por donde pasa un buen sendero provinente de Sant Joan (es la mejor manera de aproximarse). Sólo nos queda seguir la pared hasta encontrar un inconfundible parabolt amarillo que marca el inicio de la vía (9.50 h).
Tras unos minutos de descanso, en los que comemos y bebemos, cambiamos de calzado, preparamos los trastos y nos encordamos, iniciamos la escalada (10.05 h). La vía recorre una enorme placa que sube en diagonal a la izquierda. Es muy sencilla (max III, mas fácil que la vía Joan Marc) pero está equipada como si no lo fuera. Un montón de parabolts (que además de actuar como seguros indican por donde va el recorrido), tiradas de 30 metros (¡salen 6!), reuniones super bien equipadas, y poca sensación de altura (a la izquierda y relativamente cerca hay una lengua boscosa)… Idóneo para practicar en un ambiente tranquilo y solitario. Nosotros juntamos tiradas y al final hacemos tres, de 55, 40 y 40 metros aprox. La dificultad III-II, no mas. 
Sin correr, y montando las reuniones como Dios manda (ya que estamos también practicamos), y con el único inconveniente del frío (llevo los pies helados), tardamos algo menos de una hora en hacer la vía, que finaliza un par de metros por debajo de la cima de la Miranda de la Magdalena (11.00 h, 1132 m).

         Media hora mas tarde, cuando los primeros turistas y/o excursionistas provinentes del funicular de Sant Joan hacen acto de presencia, recogemos los trastos y nos vamos para abajo (11.35). Descendemos por las escaleras y la estrecha repisa protegida por una baranda hasta Sant Onofre. Después tomamos el camino del Clot de la Mónica. Poco a poco la niebla se apodera de la montaña. En la vía Joan Marc vemos algunas cordadas.
        Siguiendo nuestros pasos de subida, volvemos a buen ritmo al lugar donde esta mañana iniciamos la caminata. A las 12.45 h llegamos al coche. Poco después partimos rumbo a casa, donde llegaremos a tiempo de ver el GP de F1 mientras disfrutamos de una buena comida. La de hoy ha sido una actividad matinal original e interesante, aunque también un poco apretada…
   




En rojo, aproximación a la víaJoan Marc.
En verde, nuestra aproximación a la vía de la Nuria (no recomendable). Es mucho mejor seguir los itinerarios del trazo azul.




EniEn - Noviembre 2010

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